Luce
el ocaso
el
perfume salobre
que salpica
el alba
con un
claro de luna
ceñida
de corales rojos.
Nereida
arrulla
el vientre
escamado
de una
sirena
que viste
pedrería
de brillantes claros.
Modula la brisa
con su dulce canto.
Mª Olga Vidal Vidal
(13-09-2014)
No hay comentarios:
Publicar un comentario